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20 marzo 2012

RESUMEN DE BLANCA NIEVES Y LOS SIETE ENANITOS

Había una vez una hermosa princesita que tenía la piel blanca como la nieve, por lo que su madre la llamó Blanca Nieves. Pero su madre había muerto cuando ella era bebé y el Rey se había casado con una mujer bella pero muy vanidosa y envidiosa.

La madrastra de Blanca Nieves tenía un espejo mágico que le respondía lo que pidiera. Lo que más le preguntaba era quién era la mujer más hermosa del mundo, y el espejo siempre le respondía que era ella. Pero un día, el espejo respondió que la más bella era Blanca Nieves, quien ya había crecido y era una hermosa jovencita.

Llena de furia, la malvada reina le pidió a un criado que lleve a Blanca Nieves al bosque para apuñalarla y extraer su corazón. El criado llevó a la princesa al bosque, pero en lugar de matarla le contó las intenciones de su madrastra y le pidió que huyera lejos. Blanca Nieves caminó hasta encontrar una pequeña casa donde vivían 7 enanos que trabajaban en una mina. Ellos la acogieron y protegieron.

Creyendo que Blanca Nieves había muerto, la reina le preguntó al espejo quién era la más hermosa, pero el espejo le respondió que seguía siendo Blanca Nieves. La reina sorprendida preguntó por qué y el espejo le dijo que la joven no murió y que vivía en el bosque con 7 enanitos mineros.

Entonces, la malvada mujer se disfrazó de una ancianita que vendía manzanas y fue en busca de Blanca Nieves. Al encontrarla le ofreció una provocativa manzana que la princesa comió sin saber que estaba envenenada. Cuando los enanitos regresaron de trabajar encontraron a Blanca Nieves muerta y la colocaron en un ataúd de cristal para contemplar su rostro, que, aunque pasaran los días, no perdía su belleza y lozanía.

Pero un día, paso por el lugar un apuesto príncipe que se enamoró de la muchacha y convenció a los enanos para dejar que se la lleve a su palacio. Durante el trayecto, los sirvientes que cargaban el ataúd tropezaron y el movimiento hizo que el trozo de manzana envenenada salga de la garganta de Blanca Nieves. Ella despertó y él le declaró su amor. Al poco tiempo se casaron y durante la fiesta matrimonial reconocieron a la madrastra de Blanca Nieves entre los invitados. El príncipe, que ahora era rey, quiso castigarla y ordenó que le coloquen zapatos de hierro caliente. La malvada mujer fue obligada a bailar con ellos hasta morir.